Aprender un poco
de la historia de
Estevam y su método
Estevam nació en Varzal (Varzari), un tranquilo pueblo de la provincia de Bihar (Bihor), del antiguo imperio austrohúngaro (hoy Rumanía). Nació en una familia de campesinos en 1903. Sus padres se llamaban Martin Kovacsik y Ana Karasek.
A los siete años se trasladó a la provincia de Silagy, donde no tuvo grandes cambios en la forma de vida de la familia. A los 21 años vino con su familia a Brasil. Después de unos años de trabajo, guardó sus ahorros y compró un camión pequeño y comenzó a vivir del transporte de mercancías. Posteriormente trabajó como conductor en un concesionario del sector de la automoción. Allí permaneció hasta su jubilación. Estevam se jubiló a la edad de 61 años y con 35 años de servicios continuos e ininterrumpidos.
Estevam y su familia inicialmente vivieron en Perdizes, al oeste de São Paulo. Después de casarse con Maria Zvonik, se mudó a Jabaquara, al sur de SP.
Estevam siempre ha sido un erudito. A pesar de no tener educación escolar, siempre estuvo muy dedicado a la lectura. Y de esa dedicación obtuvo su notorio conocimiento sobre la radiestesia, el cáncer, el organismo humano y sobre la vida en su conjunto.
Comenzó sus primeras observaciones que lo llevaron a investigar el cáncer en 1948. Con pequeños hechos de la vida cotidiana que no despertaron absolutamente ningún interés en los demás. Dedicó su vida a la investigación durante más de una década, trabajando desde el amanecer hasta la tarde en su trabajo y hasta la noche investigando el cáncer. Fue un esfuerzo largo y arduo consolidar su teoría del origen de la enfermedad y desarrollar la primera fórmula para combatirla.
Después de desarrollar la primera fórmula, pasó unos años dividiendo su tiempo entre el empleo, la familia, la investigación y el tratamiento de las personas enfermas. Hasta que se jubiló en 1964 y puede dedicar el resto de su vida a su trabajo con el cáncer.
Lamentablemente falleció sin poder ver que su obra lograra su principal objetivo, que es la donación del Método Kovacsik a toda la humanidad para que pueda beneficiar a todos los que padecen esta terrible enfermedad en todo el mundo.
Estevam buscó la prueba científica del Método Kovacsik, ofreciéndose a atender cualquier lugar que fuera designado, para demostrarlo en su totalidad, permitiendo un seguimiento permanente y análisis crítico de sus métodos y resultados. Estevam siempre creyó que las personas mejor preparadas y con más recursos podrían desarrollar aún más su terapia y universalizarla, y todas las partes interesadas podrían utilizar este método.